Si no vivo solo es porque no puedo permitírmelo. Cuando consiga algo de dinero, lo primero que haga será alquilar un pequeño estudio para mí solo. La gente entra y sale de mi piso como si fuese una absurda prolongación del espacio público; es algo que realmente me molesta. Al principio me preocupaba por cuidar mi aspecto, más tarde dejé de ponerme los pantalones y creo que el resto es obvio. Soy el monstruo que vive encerrado en el cuarto oscuro de la casa. Mi nueva compañera de piso ya me presentó una vez como “el raro”, literalmente. Es difícil hacerle ver a la gente que estás cansado de tratar con las personas, o que sencillamente llevas un modo de vida solitario. Mi compañera de piso es francesa y ha conseguido que llegue a odiar a una nación entera. Casi puedo llegar a comprender a Hitler gracias a ella. No acepta nunca un NO por respuesta. Tengo que comer verduras ecológicas porque ella quiere, tengo que ir a su jodido concierto de música fusión porque ella quiere, tengo que ver su ridículo cine francés porque ella quiere, tengo que soportar a sus amigos filósofos cada uno de los días de mi jodida existencia mientras viva en este puto piso PORQUE ELLA QUIERE. ¿Es tan difícil dejar a alguien tranquilo? El problema no es que ODIE a la gente, sino que hay personas que imponen sus modos de vida como esta tía. Ella ni siquiera se molesta en preguntarme si algo me apetece o no, ni siquiera se molesta en dejar de hablar de ella misma, y todos la admiran y veneran. Por culpa de personas como ella empiezo a pensar que estoy realmente loco, que estoy lejos de encontrar una solución a ello. Al principio pensaba que eran etapas, pero las etapas se convierten en décadas y la gente sonríe feliz por la calle mientras yo, con el cadáver de mi madre sentado en una mecedora, interpreto mi propia versión de Norman Bates. Las mujeres no ayudan, ellas me absorben y me convierten en algo suyo. Ellas transforman el amor en un contrato y todo se convierte en una obligación, y luego lloran y lloran y yo me siento culpable; y si esto sucede en la calle todos me observan y muchos de los hombres que andan cerca con otras mujeres se paran a mirar y se plantean la posibilidad de intervenir y convertir mis gafas, mis dientes, mis orejas y mi cara en la misma cosa inútil.
Unos meses atrás cometí la insensatez de adoptar un cachorro de mastín. Tengo muchas interpretaciones distintas para dar explicación a un fenómeno tan extraño como fue aquel impulso. Sea como sea, me sigo preguntando cuánto tiempo seguirá creciendo esta bestia. ¿Terminará devorándome? De cualquier modo sigue siendo mucho más gratificante que mantener una relación de amistad con un ser humano. Los humanos te devoran y te engullen a su modo, y la mayoría de las veces ni se molestan en escupir tus huesos. Al menos ya no puedo decir que esté completamente solo. Ahora estoy tumbado en la cama fumando un cigarrillo y tapado con una manta hasta la cintura, un sábado por la tarde. Las risas de los niños atraviesan los cristales y es imposible aislarse del todo. Soy un viejo de veintidós años en una postura terminal preguntándose por milésima vez el sentido de todo. Solo espero que esto no termine convirtiéndose en la carta de un suicida.
Puede que una gran parte del problema sea el tiempo. Las personas se olvidan del tic-tac del reloj y hacen cosas e intentan llevar una vida normal. La muerte es algo que está presente en cada uno de los minutos de mi vida, invadiendo mi alma como un cáncer. Por eso odio cuando las personas como mi compañera de piso reclaman mi preciado tiempo para hacer con él lo que se les antoja, que la mayoría de las veces es tirarlo por el retrete. Y es el miedo a perder el tiempo o a acabar en el olvido lo que me impide hacer cosas y disfrutar del momento que me ha sido establecido. Dentro de unos cien años ya no quedará ni una sola huella de mí en este jodido mundo, cosa de la que quizás debería sentirme orgulloso. Probablemente, a lo mejor, puede ser, quizás… Todo es una duda. Una estúpida y cómica duda. Debería gastarme todo mi dinero en alcohol, en drogas, en putas y en comida para perro.
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