Estos últimos meses he estado bastante
ocupado.
Vale, me cuesta mucho a
veces ponerme a escribir. Pero también he estado ocupado.
No recuerdo exactamente en qué
momento, pero a finales de diciembre de 2011 me dio un pequeño
ataque de neurosis/ansiedad/pánico/ira.
Llevaba un tiempo saliendo a correr
todos los días. El verano pasado perdí 15 kilos y todo me iba
genial. Me estaba tomando muchísimo más en serio los estudios.
Se puede decir que todo iba bien, pero
aún había muchos aspectos que tenía que cambiar en mi vida.
Aquel día llamé a mi hermano y
salimos a dar un paseo por Sevilla, y más tarde quedé con un amigo
para lo mismo.
Las conversaciones se centraron en mi
problema, y los distintos puntos de vista de cada uno me hacían ver
qué era lo que realmente había que cambiar.
En unas semanas ya estaba saliendo con
una chica (Kimberly) y todo iba genial. Mejor que nunca.
Cambié de piso y me fui a vivir con
dos compañeras nuevas y un perrito. Son un encanto.
Por primera vez puedo decir que no
tengo ninguna queja de nada.
Bueno (ya empezamos a rectificar), tengo que decir que en el periodo de tiempo que va desde febrero hasta hace un par de semanas me han asaltado dos veces por la calle.
La primera vez
fui un poco estúpido.
Me perdí por una zona jodida de Sevilla por la noche y un tipo en mitad de una calle desierta me sacó un cuchillo y me obligó a darle lo que llevara encima. La broma me salió por 30 euros.
Me perdí por una zona jodida de Sevilla por la noche y un tipo en mitad de una calle desierta me sacó un cuchillo y me obligó a darle lo que llevara encima. La broma me salió por 30 euros.
Lo irónico de todo es que mi idea
inicial fue ir a vender unos videojuegos a una tienda para sacarme
unas pelas. Allí me pidieron el dni para vender y no lo llevaba
encima, así que me había dado una caminata enorme para
absolutamente nada. Y para colmo me robaron.
No pasé demasiado miedo, simplemente
solté la pasta y el tío se largó por donde había venido.
Por lo menos no pudo llevarse el dni de
ninguna de las maneras, y 30 euros es un precio que pagaría
encantado por no tener que hacer cola por la mañana en la comisaría.
La segunda vez fue mucho más violenta.
Estaba con Kimberly y unos amigos suyos
tomándome algo en un sitio y llegó un tipo pidiéndonos un cubata.
Le dije que no y cada vez se ponía más pesado, así que al final
tuve que decirle que iba a llamar a la policía. [No termino de
entender por qué pensé que eso iba a hacer que se fuera.]
El individuo se puso cada vez más
violento por eso de la policía y sacó una navaja.
Volví a ser un completo idiota e
intenté calmarle y decirle que no quería problemas y que olvidara
lo que había dicho, pero él se había enfrascado en una especie de
bucle verbal que consistía en contestar a todo lo que yo dijera con
"TÚ MESTÁ VASILANDO".
En circunstancias normales (estando
solo), habría salido corriendo o me habría apartado. Pero Kimberly
estaba a mi lado y sabía que si quería hacer cualquier gilipollez
tenía que pensármelo un par de veces. La situación era distinta.
Al final, cuando el yonqui me tenía
acorralado por completo y me tenía agarrado con una mano, apareció
un grupito de chavales jóvenes que le separaron de mí y empezaron a
decirle que tenía "muchos pelos en los huevos" (tendría
entre los treinta y los cuarenta años, creo) y que debería darle
vergüenza.
Cuando por fin se fue, después del
lamentable espectáculo, empezó a gritar algo parecido a "COGÍA
UNA EH'COPETA Y ME LIABA A TIRO..." y por fin desapareció.
La siguiente media hora de la noche
estuve en completo shock.
Un tío me había tenido agarrado con
una navaja y yo, al no saber qué coño hacer, me había quedado
quieto. Podría haberle roto la nariz de un puñetazo, pero no lo
hice. No habría sido difícil.
Y ahora mismo podría estar muerto y
todo se resumiría al día siguiente en un pequeño párrafo en
cualquier periódico local.
"Chico amanece muerto en
Sevilla agujereado como un colador."
No sería ni el primero ni el último.
Tengo que reconocer que toda esta
historia me ha quitado un par de noches de sueño.
Han sido un par de situaciones
desagradables que me han hecho pensar que por muy bien que nos vayan
las cosas, no somos superhéroes.
Justo cuando las cosas no pueden ir
mejor, hay algo que se desmorona y tú tienes que tener las ideas
frescas en todo momento para no volver a hundirte.
Supongo que por muy bien amueblada y limpia que tengas la casa, siempre puede venir un sobrinito y destrozarlo todo. ¿No?
La Kimberly esa está bastante buena, bien hecho Antonio. Y muy bueno el blog también.
ResponderEliminarUn saludo.