martes, 17 de agosto de 2010

Hola a todos

Últimamente me estoy dando cuenta de que tengo más seguidores de lo que parece.

También me doy cuenta de que mis vivencias "traumáticas y depresivas" suelen hacerle bastante gracia a los lectores.

Un amigo me dijo el otro día:
-¡Oye Antonio! No podía dejar de reírme con tu última entrada.
-Pues la escribí totalmente frustrado tío...

En fin, es un "trabajo" muy complaciente ver que os hacen gracia mis "aventuras", por llamarlo de alguna manera.

¡Un saludo a todos!

Antonio Pérez

miércoles, 11 de agosto de 2010

Perros e inteligencia

Nos empeñamos en hablar de la vida inteligente:

-"¿Habrá vida inteligente en otros planetas?"

Yo todavía no he visto vida inteligente en nuestro planeta, ya me dirán el motivo por el que hay que anticiparse a buscar algo fuera de aquí.

Hoy estaba durmiendo la siesta, y para variar, sonó el timbre. Para cuando abrí la puerta ya no había nadie. Al poco tiempo me dí cuenta de que todavía me daba vueltas en la cabeza una frasecilla del sueño que estaba teniendo:

-"Señor presidente, ese paquete de bolígrafos es mío"

Hablamos de vida inteligente, pero yo no veo la inteligencia por ningún lado. Estoy seguro de que alguien habrá que me venga diciendo que los sueños tienen un significado y que hay que descifrarlo. De hecho, una amiga mía tenía un libro para encontrarle el significado a las cosas que aparecían en los sueños.

Por ejemplo, si en tu sueño aparecía una serpiente, te ibas a la letra "s" de serpiente y te decía algo así como: "La serpiente es el símbolo de la lujuria, la pasión, el sexo"
La verdad es que es lo último que se me vendría a la cabeza cuando estoy cachondo. No voy a decir lo que se me viene a la cabeza porque tendría que poner lo del aviso de contenido adulto en el blog, y es un coñazo.

Hablan de vida inteligente, y cuando estoy soñando resulta que el presidente me roba un paquete de bolígrafos. Yo creo que una especie realmente inteligente tendría que estar haciendo algoritmos mientras se echa una cabezadita.

Si los humanos fuéramos inteligentes no existirían palabras como tonto, cazurro o tarugo. Ni siquiera existirían las conversaciones de besugos.
El otro día tuve una cita con una chica. Estuvo hablándome de su perro no recuerdo cuanto tiempo. Fué horrible.

- ¡Es muy inteligente! Mi hermana dice que incluso más que nuestro padre.

-¿En serio?

-Sí, la verdad es que si le pasara algo yo me moriría también.

-Sería un drama...

-Lo único malo es tener que levantarme temprano por la mañana para sacarlo.

-¡Vaya cosas! Oye, pues por lo menos no habla, como tú.

Antonio Pérez

lunes, 2 de agosto de 2010

Hormigas e impulsos


Estoy rodeado de personas que se empeñan en seguir un orden, una línea recta y sin desviaciones que les lleve hasta el final.


Todos los días tenemos que comer a una hora determinada, un número determinado de platos, con un número determinado de personas. Tenemos que dormir a una hora, levantarnos a otra, hacer los deberes, coger un taxi para no llegar tarde, atender a una explicación de 3 horas en la facultad.

Yo me pregunto: "¿Qué pasa si rompemos ese orden?"

¿Qué pasaría si le hiciera caso a uno solo de los constantes impulsos que me pasan por la cabeza en todo momento?
Seguramente dirían que soy un loco.
No puedo evitarlo, pero la verdad es que muchas veces estoy sentado en la mesa, comiendo con mi familia y pienso: "¿Qué pasaría si me levantara de la mesa y estampara un plato contra la pared?"
Nada bueno.
¿Qué pasaría si me levantara y le gritara a mi profesor de "Psicología Social" que es un imbécil y que no tiene ni puta idea de nada?
Nada bueno.

Mucha de la gente que me rodea me recuerda a una escena de la película "Bichos". La escena en la que a una hormiga le cae la hoja de un árbol justo en la mitad del camino que tiene que hacer para llevar el alimento al hormiguero.
Pudiendo rodear la hoja sin ningún tipo de problema, la hormiga afectada se pone a gritar y a temblar hasta que una hormiga especialista llega para ayudarle a rodear la hoja.

A mi parecer hay personas fuertemente arraigadas a un camino. Y el hecho de acostarse 10 minutos más tarde es para ellas un lujo innecesario que no se pueden permitir.

Hablan de orden, de disciplina, de ciencia, de salud... Siempre hay alguien que me está diciendo: "Hacer eso es poco saludable..."
¿Quién te ha dicho que hago las cosas porque sean saludables? De algo tengo que morirme, gilipollas.


Estoy rodeado de hormigas... Supongo que yo soy otra.


Antonio Pérez